Tara Verde
 
Tara Verde
Fotografía: Sofía Abboud

Tara (sánsc.) Dolma (tibet.)

Tara, traducida como “Liberadora”, es la representación del aspecto femenino de la Compasión de todos los Budas; se personifica en 21 formas diferentes y en varios colores.
Se cuenta en las enseñanzas que de las lágrimas de compasión que Avalokitesvara derramaba, se habría formado un lago desde donde emergió un maravilloso y radiante brote de loto, cuando el brote se hizo flor, Tara surgió en su centro.
Tara Verde y Tara Blanca son dos de las representaciones más conocidas, estando también relacionadas con las dos esposas del rey Sogtsen Gampo, monarca Tibetano del siglo V quien introdujo el Budismo al Tibet. La princesa Wencheng de China, de piel clara (sita, sánsc.), y la princesa Burkuti de Nepal, de piel morena (syama, sánsc.) son consideradas manifestaciones de la Sabiduría Compasiva en la dimensión del Nirmanakaya - dimensión de la iluminación que puede ser percibida por los seres comunes - inspiración y guías del rey, quien al traer las enseñanzas budistas desde la India al Tibet, protegió el Dharma de la declinación natural del tiempo preservándolo en su forma pura y original como hoy se encuentra.
Sitatara Blanca y Syamatara Verde son así, la personificación de la Compasión de la Mente Totalmente Iluminada; están también las manifestaciones de Tara en color amarillo Bhrkuti, Ekajata azul y Kurukulla roja. Tara Verde es la protectora del Tibet.

Descripción

Tara Verde está representada de forma frontal, sentada sobre un loto en postura semicerrada, (ardhaparyankar, sánscr.); la pierna izquierda doblada reposando sobre un cojín de luna y la pierna derecha flexionada, colocando el pie sobre un pedestal de loto expresa la actitud de salir en auxilio; es la compasión activa que manifiesta Tara para interceder ante todos los seres sensibles; el color verde simboliza el poder de la actividad de un buda, estando relacionado en el mundo fenoménico con el elemento aire, correspondiéndole en el orden corporal, la respiración; sosteniendo Tara, en cada una de sus manos, dos lotos azules, intensifica el símbolo de su actividad al estar el color azul vinculado al elemento espacio. Tara está representada con los atributos de una manifestación omnipresente del Sambhogakaya; ataviada con vaporosas bandas de sedas sinuosas, envolventes y aéreas, suspendida en el centro del espacio sobre una flor de loto y un disco de luna a modo de cojín, simboliza una dimensión sutil, luminosa, de naturaleza búdica que no puede ser conocida por nuestra mente conceptual. Se dice en las enseñanzas que estas vestimentas muy finas y extremadamente suaves poseen la cualidad especial de que, al doblarse tienen la medida de un pulgar, pero al extenderse pueden cubrir todo el Universo. Los ornamentos de huesos y joyas son característicos del Tantra, señalando los atributos de un buda trascendente (Adi-buda, sánsc.): Tara es, en serena paz dichosa, la expresión pura de la Sabiduría Compasiva de todos los budas, también reconocida como la madre de todos los Victoriosos.

Mudra

Mudra es el gesto que manifiesta un buda con el cuerpo para la transmisión simbólica de la doctrina. El Mudra más difundido es Bhumisparsa (sánsc.), es el signo que utilizó Buda Shakyamuni con el cual “Tocando la tierra como testigo” con la mano derecha expresó haber logrado, como ser humano, la Naturaleza de la Mente Totalmente Iluminada. Tara Verde expresa con la mano derecha abierta hacia abajo sujetando un loto, el gesto de la concesión; Varadamudra (sánsc.) es el signo de la concesión, el gesto de la disposición a conceder aquello que se desea. Con la mano izquierda abierta hacia arriba sosteniendo un segundo loto, manifiesta el gesto de aliento; Abhayamudra (sánsc.) es el signo que, en lenguaje corporal, es el gesto que anima a acercarse al maestro, alienta a abandonar la timidez y poder arrimarse al Dharma.

El Loto

El Loto es emblema de la pureza primordial. La flor de loto, surgiendo de las aguas cenagosas, pura y sin mácula es la representación simbólica de la liberación del samsara. En el orden corporal, la flor elevándose sobre el tallo, simboliza el eje de energía del canal central por donde se logra, caracterizadas en forma de lotos las distintas ruedas de energía cognitiva (chacaras), ascender, trascender, la causalidad inherente al samsara. El eje de energía cognitiva también se manifiesta simbólicamente en el árbol de refugio, enlazando de forma ascendente a los budas históricos del linaje en torno a las manifestaciones del Samboghakaya, coronado en la cúspide por la Prajñaparamita (perfección del conocimiento, sánsc.); el árbol así representado, igual que el loto, es un lenguaje simbólico, no conceptual, que representa proyecciones puras; mirado de forma integral, el loto es la representación del discípulo, y el árbol es la representación del Gurú, de quien se recibe las instrucciones para recorrer el sendero de la liberación. Estas representaciones sagradas, pinturas, escultura, ilustran el cuerpo de Buda, el Dharma representa la palabra de Buda y la transmisión de los maestros, las stupas (sánsc. chorten tibet.) personifican la mente de Buda.
La corola redonda de la flor de loto representando un disco de luna o de sol, simboliza los aspectos masculino y femenino de la naturaleza esencial de todos los fenómenos. Los Adi-budas, o budas primordiales, están sentados sobre una flor de loto poniendo en evidencia el carácter trascendente de su Naturaleza Esencial.

Mantra (sánsc.)

El sonido como sílabas semillas de manifestación se articulan en Mantras. Son siempre sílabas o palabras en sánscrito. Literalmente mantra es aquello que protege (traya) la mente (mana). Pueden ser comprensibles o no. Esta representación de Tara Verde surge como una manifestación del sonido de doce versos de Kelsang Drolkar.

Ofrendas

Ofrezco el cielo y estrellas
Las flores todas aquellas
Los campos y bosques llenos
Perfumes, ríos y lagos
Mirando arriba sentir
Que es infinito el espacio
Y el amor a repartir
Para todo hay una causa
Que estas palabras y rimas
Puedan ser la semilla
Junto con todos los seres
A samsara darle fin

Tara Verde